Los últimos árboles de la Amazonía

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Destaca

El reportaje cuenta de modo exhaustivo e integral cómo operan las mafias de traficantes de madera y el sistema criminal que utilizan para depredar la Amazonía y acabar con los defensores de los bosques. Además, expone al mercado internacional que les compra y que va en aumento, operando de forma impune todos los involucrados.

Fuentes

Organización de las Naciones Unidas.
Ministerio del Ambiente de Colombia.
Greenpeace Brasil.
Osinfor Perú.
Revista Science Advances.
Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible.

Datos

Este ilícito negocio supera los 50 mil millones de dólares y puede representar el 30 % de toda la madera que se comercializa en el mundo.
En la mayoría de casos, la madera de origen ilegal se vende con papeles que dicen que esos árboles salieron de una zona autorizado, cuando en realidad fueron extraídas de áreas naturales protegidas o tierras indígenas.
Los ejemplos más recurrentes se encuentran en Perú, país que después de Brasil, exporta más madera al mundo.
Todos los caminos conducen al Perú. En Colombia, Brasil y Ecuador los investigadores señalan que la madera extraída de sus territorios es enviada a la parte amazónica peruana, donde es lavada y comercializada.
El 47 % de la madera que se vende en Colombia es ilegal.
Entre el 2009 y 2017, las fiscalías ambientales y juzgados en todo el país investigaron a casi 8 mil personas por casos relacionados al tráfico ilegal y extracción de madera.
En Perú, hace doce años que no se actualiza el listado de especies amenazadas. El lobby del sector maderero quedó en evidencia cuando se frenó el documento científico que recomendaba incorporar al shihuahuaco entre las especies más amenazadas en los últimos años.
Solo en Perú, entre octubre del 2017 y agosto del 2018, Osinfor identificó la extracción ilegal de 274 mil metros cúbicos de madera valorizada en más de 30 millones de dólares, equivalente a la carga de 5 mil camiones.
Nadie detiene la destrucción de los bosques en manos de ganaderos, mineros ilegales, monocultivos y otras formas de agricultura; además de la tala ilegal.
Los bosques de la Amazonía estaban acercándose a un punto de no retorno. Los cálculos sostienen que en los últimos 50 años toda la Amazonía ─compartida por nueve países─ ha perdido el 17 % de la vegetación. Si esta cifra alcanza el 20 %, uno de los últimos pulmones verdes más importantes de la humanidad dejará de ser sostenible.
Salvo esporádicas intervenciones en las que participa la Interpol, los gobiernos de Perú, Colombia, Brasil, Bolivia y Ecuador no tienen un plan integral y conjunto para enfrentar el tráfico global de madera amazónica y ponerle freno a la depredación de ciertas especies.

Estructura y orden de ideas

La estructura es correcta, inicia con datos de impacto a modo de citas que preparan al lector para lo que viene y buscan interesarlo en el tema. Facilita la lectura el tener una pestaña por cada país. Además, se ofrece un mapa interactivo que muestra la ruta del comercio global de madera y su evolución año tras año, desde el 2010 al 2018, fecha en que se presentó el reportaje.

Claridad de mensajes

Combina el texto narrativo con la información y los datos duros, para dar vida a todo ese mosaico de piezas que componen el tráfico ilegal de madera y la amenaza que representa a nivel regional y mundial.

Buen despliegue a nivel gráfico para resaltar la problemática utilizando una buena selección de imágenes con datos relevantes.