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Tala ilegal en México

Por: Agustín del Castillo y Thelma Gómez Durán / Medio: Mongabay Latam - Reportaje

Reportaje en México sobre el tráfico de madera y cómo se busca trabajar de manera legal este recurso.

Destaca

Destaca por la contundencia de cifras tomadas de ciertos informes y, sobre todo, por contar la otra cara: a qué se enfrentan quienes quieren dedicarse al negocio legal de la madera.

Fuentes

  • Informes policiales.
  • Comisión Nacional Forestal (Conafor) de México.
  • Red Mexicana de Organizaciones Campesinas Forestales (Red Mocaf).
  • Procuraduría Federal de Protección al Ambiente.
  • Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible.
  • Organización Política y Legislación Ambiental.
  • Organización de las Naciones Unidas.

Datos

  • De los cerca de 9 millones de metros cúbicos de maderaque se producen en forma legal en el país (información de 2017, el último dato oficial disponible), 76 % proviene de bosques comunitarios, los cuales pertenecen a ejidos y comunidades que cuentan con programas de manejo forestal. El 24 % restante se cosecha en predios privados o
  • Para satisfacer la demanda del mercado nacional, México importa alrededor de 16 a 19 millones de metros cúbicos de madera. Estas cifras corresponden a los años 2015 y 2016.
  • El “consumo aparente” de madera en el país es de poco más de 27 millones de metros cúbicos. Esta cifra no considera el consumo ilegal (de madera).
  • La ilegalidad es del 70 %. Es posible dimensionar el negocio de la madera ilegal: al año puede rondar en 7 123 millones de pesos (327 millones de dólares).
  • En México, una comunidad que desea aprovechar sus bosques en forma sustentable debe recorrer un sendero lleno detrámites burocráticos.

Estructura y orden de ideas

La introducción junta muchos elementos sin dar respiro al texto: presenta el caso de un árbol talado, luego habla del negocio ilegal de la madera y lo enfrenta con los madereros que trabajan de forma legal, generando confusión. El uso de un intertítulo podría haber ayudado a solucionar esto.

Hay buena cantidad de datos, especialmente de cifras. También se menciona cómo amenazan a los campesinos y lo difícil que resulta para los empresarios forestales que tienen su predio legal.

Para un mejor entendimiento, está la cita referida:

“La parota que se derribó es un árbol fácil de reproducir y que crece con celeridad, a diferencia de la caoba pacífica —casi extinta de la región— y del granadillo y el tampicirán, maderas duras, muy apreciadas en el mercado chino, que han sido saqueadas de forma selectiva en todo el litoral desde 2010. “Hasta dejarnos solamente los palos más jóvenes”, comenta un experto forestal que pide el anonimato.

Lo que sucede en la costa norte de Jalisco también se replica en otras regiones del país, en donde la tala ilegal es ya parte del negocio de los grupos que controlan el tráfico de drogas.

En el centro, sur y norte de México, además de los grupos de la delincuencia organizada, otros actores —incluso, comunidades completas— han visto en la tala ilegal un negocio fácil.

Y mientras los bosques se quedan sin árboles, los cerca de 1300 ejidos y comunidades que han creado empresas forestales, para producir madera en forma sustentable, se enfrentan no solo a la expansión del crimen organizado. También deben lidiar con el exceso de trámites para realizar manejo forestal, con el débil impulso a la silvicultura comunitaria y, sobre todo, con la impunidad que existe alrededor de la tala ilegal.

En todas las regiones del país, actores involucrados en el tema forestal coinciden en que cada vez es más difícil que la madera que comunidades y ejidos producen en forma legal y, sobre todo, cuidando el futuro de los bosques, se coloque a un precio justo en un mercado inundado por productos de origen ilegal”.

Claridad de mensajes

Si bien la lectura es clara, los mensajes e ideas terminan compartiendo un mismo párrafo en la introducción. De haberse trabajado por separado el resultado sería mejor.

Las cifras se pudieron destacar aparte, sea en sumillas o piezas gráficas creadas.

Hacia el final del reportaje se recurre a piezas gráficas, como las infografías web, para contar los pasos que necesita seguir una comunidad si quiere comercializar madera y aprovechar su bosque de manera sustentable, otra para ver los índices de madera ilegal incautada y otra para data suelta.

Para cerrar el reportaje se presenta un mapa de cobertura donde figuran las comunidades y ejidos que realizan manejo forestal. Este elemento interactivo no es tan claro, pues compite con información sobre notas pasadas referidas al tema que ha sido colocada en la misma arte gráfica, haciendo de este un elemento confuso.