Tráfico de colmillos de jaguar en Bolivia

Bolivia: Mafia le arranca los colmillos al jaguar, el gran felino de América

https://data.eldeber.com.bo/seccion/jaguar/

Destaca

Se trata de un reportaje transmedia, (donde la historia se despliega a través de múltiples medios y plataformas de comunicación) que ha cuidado que todas las piezas que lo componen están muy bien trabajadas. La data ha sido muy bien expuesta. Este trabajo tiene una particularidad, ya que ha separado las historias, lo que le brinda mayor dinamismo a la pieza y la lectura se hace entretenida. Se complementa muy bien con las fotografías, videos e ilustraciones.

Fuentes

Amplio y variado despliegue de fuentes, tal como se puede apreciar:

Entrevistas en campo.
Viceministerio de Medioambiente y Agua.
Dirección General de Biodiversidad y Áreas Protegidas.
Policía Forestal.
Empresa de Correos de Bolivia (Ecobol).
Radio La Voz del Campesino.
La Constitución Política de Bolivia.
Marcos Uzquiano, director interino del Parque Nacional Madidi.
Testimonios recogidos en el trayecto, tanto de cazadores como de dirigentes indígenas y campesinos de Santa Cruz, Beni y Pando.
Rubén Laime, director de Medioambiente del Municipio de Riberalta.
Vincent Vos, investigador holandés.
Wálter Andrade Sanjinés, director de la Policía Forestal y de Medioambiente de La Paz.
Fortunato Pachacopa, responsable de Medioambiente del municipio de Rurrenabaque.
Jian Fang Xiao, supuesto comercializador chino de colmillos de jaguar.

Datos

USD 400 pagan los chinos por un colmillo de 8 centímetros.
USD 2 500 es el costo del colmillo del jaguar en China.
380 colmillos es lo que incautaron las autoridades ambientales en 2 años y medio.
Entre el 2013 y el 2016, la Dirección de Biodiversidad, con el apoyo de la Policía Forestal y Ecobol, incautó un total de 380 colmillos, lo que pone en evidencia la muerte de 95 jaguares.
Por cuatro colmillos de jaguar, sus 10 garras, su piel y sus genitales, un ciudadano chino paga entre 2 000 y 3 000 dólares en Bolivia. Este monto se dispara en el mercado asiático, donde alcanza los 20 000 dólares.
300 piezas, en 16 envíos, decomisadas por el correo boliviano desde 2014. En todos los casos, los paquetes tenían como destino China.

Estructura y orden de ideas

La crónica empieza justamente por el lado del cazador, de quien ve una oportunidad en la vida. Y, usándolo como hilo conductor al inicio, plantea de inmediato la problemática y la situación de la especie actual a través del testimonio de distintos protagonistas, cifras y un poco de historia del jaguar en Bolivia. Es un relato de casi 4 mil palabras, donde todas las voces terminan de componer este mosaico que tiene muchos matices: el cazador, la mafia china, los que luchan desde el Estado, los funcionarios que obstaculizan y desaparecen las pruebas de la justicia desde el mismo Estado, los especialistas que alertan, los ganaderos que también matan para cuidar su rebaño, los medios que difundían la compra de dientes de jaguar como si fuera algo normal.

Claridad de mensajes

Se trata de un especial multimedia, es decir, una cobertura narrada bajo distintos soportes, lo que enriquece la manera de contar la historia y su impacto.

Temas vinculados

Se hace por momentos un paralelo con el narcotráfico, para comparar ambas actividades ilícitas y darle otros referentes al público.

Observación

Si bien se entiende que es una zona humilde y precaria, no hay claridad en cifras como el salario mínimo, ni las problemáticas de las personas y del lugar; tampoco se sabe cómo es el clima. Estos datos aportarían a configurar por completo el contexto. Sí hay un desarrollo multimedia sobre la problemática del jaguar, pero hay que tener en cuenta al narrar que esto pasa porque se sugiere que no hay oportunidades para esos pobladores. En un momento de la crónica, el periodista pasa a contar más que a mostrar los hechos con acciones y escenas. Igual, el ritmo de la noticia envuelve por el hecho en sí y aparecen de nuevo escenas y personajes que alimentan el texto.