La Fiscalía de la Nación y SERFOR han alertado sobre el aumento del tráfico ilícito de vida silvestre en Internet durante la pandemia. Esta comercialización ilegal se trasladó de áreas físicas, como mercados, a plataformas virtuales.
El cibercrimen, la ciberdelincuencia o el delito informático hace referencia a la conducta ilícita que emplea tecnologías de la información o de la comunicación (p. ej.: dispositivos electrónicos con acceso a Internet como computadoras, teléfonos, televisión o reproductores de audio o video) para afectar bienes jurídicos de relevancia penal.
En el caso específico del tráfico ilícito de vida silvestre, el cibercrimen suele estar asociado al crimen organizado; es decir, a organizaciones criminales que hacen uso de la tecnología para cometer este tipo delitos.
Los traficantes de especies silvestres, muchas de las cuales se encuentran amenazadas, toman ventaja del Internet para ofertar y vender especímenes vivos o sus partes. El ciberespacio les ofrece acceso a un mercado global, abierto las 24 horas del día, los 365 días del año. Además, al otorgarles anonimato, disminuye las probabilidades de detección y aumenta las posibilidades de lucrar con la venta de vida silvestre.
Esta actividad ha aumentado considerablemente, especialmente en tiempos de pandemia por la COVID-19. Según el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR), en 2020 se registraron 17 denuncias a nivel nacional, 13 de ellas en Lima. Sin embargo, esto es apenas una pequeña muestra del real volumen que se trafica.
SERFOR cuenta con la aplicación “Alerta SERFOR”, que permite hacer denuncias de tráfico ilícito de vida silvestre en línea. Entre los años 2019 y 2020, recibió 36 denuncias procedentes de 11 departamentos.
En su artículo “Wildlife trafficking in the Internet age”, Anita Lavorgna menciona las oportunidades que Internet ofrece a los traficantes:
- Mejores medios de comunicación: traficantes y clientes se pueden encontrar y comunicar libremente para realizar las transacciones.
- Información técnica: permite acceder a información útil. Por ejemplo, rastrear envíos de animales, plantas o productos por correo, encontrar consejos sobre cómo alimentar a animales como los loros, conocer el marco legal existente, aprender cómo ubicar plantas raras en su país de origen para organizar su cosecha, etc.
- Organizaciones y relaciones más simples y directas: se reduce la cantidad de intermediarios, y las relaciones entre el proveedor y comprador son directas.
- Promoción de productos/especies a vender: la vida silvestre es publicitada virtualmente.
- Oportunidades para persuadir al comprador: Internet se puede usar para convencer al comprador sobre la procedencia, calidad y legalidad del producto traficado.
Ejercicio de oferta y demanda
Para conocer la oferta y demanda de vida silvestre en el Perú, el Proyecto Prevenir de USAID realizó una búsqueda rápida de anuncios. En dos horas, se identificaron tres páginas web, seis anuncios de demanda de especies y 13 anuncios de oferta. Resumimos los resultados en el siguiente cuadro.
Anuncios de demanda |
Anuncios de oferta |
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Estudio pionero
Es poco lo que se conoce aún sobre el tráfico ilícito de vida silvestre en Internet. Uno de los estudios pioneros, que próximamente será publicado, ha sido el desarrollado por WCS en Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia como parte de la “Alianza por la fauna silvestre y los bosques”. El estudio consistió en monitorear diferentes plataformas virtuales para conocer cuál es la situación del tráfico de vida silvestre en los tres países.
Aunque la búsqueda se realizó en el 2020, los hallazgos abarcan hasta 10 años atrás, porque muchos anuncios no son eliminados. El foco de búsqueda fueron anuncios de oferta y de demanda. “Buscábamos anuncios como, por ejemplo, ‘busco loro hablador’, o ‘busco cráneo de lagarto’. También había anuncios que ofrecían huevos de taricaya que, si bien tienen un comercio legal, deben tener los permisos adecuados para poder venderse”, explica Ana Gallegos, especialista de la iniciativa “Especies: tráfico y salud” de WCS Perú.
En las plataformas de comercio electrónico, los anuncios contenían solo algún número de WhatsApp o teléfono, y a veces un correo electrónico. Mientras que en las redes sociales los investigadores solo accedieron a la información de perfiles y grupos públicos.
Para el Perú, “las especies que más se ofrecían correspondían a las aves, entre ellos los loros, principalmente, los loros habladores. También los huevos de taricaya y la cabeza de lagarto fueron los más frecuentes. No tuvimos tantos hallazgos de monos como pensábamos, pero sí encontramos algunos casos”, explica Ana.
“Otro hallazgo importante es que ahora vemos a más personas involucrándose y conociendo la problemática del tráfico online”, comenta la experta. “Por ejemplo, en Facebook, denuncian directamente estos anuncios, lo cual hace que dicho anuncio sea eliminado, con lo que ya no hay pruebas suficientes para hacer una denuncia”, añade.
La especialista agrega que, ahora, el primer contacto parece ser desde una aplicación de mensajería instantánea como WhatsApp o de una red social como Facebook, y a través de estos medios se acuerda un punto físico para la contra entrega. “Podemos decir que sí hubo una migración del puesto del mercado o del boca a boca que dice ‘vengan a mi casa’ o ‘hago delivery’” para la comercialización de fauna/animales silvestres, comenta Gallegos.
Por otro lado, existe una coalición de casi 40 empresas globales de Internet que han impuesto restricciones al comercio de vida silvestre en sus plataformas de comercio en línea, como por ejemplo Facebook o Mercado Libre, las cuales están alineadas con la legislación de los países desde donde los usuarios pueden acceder.
El aumento del tráfico de vida silvestre en Internet debe llevar a plantearnos nuevas estrategias para hacerle frente. Se debe mejorar la fiscalización y control, así como fortalecer las capacidades de las autoridades para fomentar más investigaciones y seguimiento de los casos.
Respuesta legal
El Perú ha suscrito compromisos nacionales e internacionales que ponen sobre la mesa el tema del cibercrimen asociado a la vida silvestre. Es el caso de la CITES, la Estrategia Nacional para Reducir el Tráfico Ilegal de Fauna Silvestre en el Perú y la Declaración de Lima sobre el Comercio Ilegal de Vida Silvestre.
Pero, si bien en el Código Penal y en las leyes penales especiales se cuenta con una tipificación específica de los delitos informáticos en general, esta no se vincula directamente a los recursos naturales y mucho menos al tráfico ilícito de vida silvestre.
Escucha aquí nuestro podcast «Verde en Valor», «El impacto del tráfico ilícito de especies silvestres»
En 2020, por la pandemia de la COVID-19 se vio necesario crear la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia del Ministerio Público con competencia nacional. Aunque no ve directamente el tema de tráfico ilícito de vida silvestre, sí podría apoyar en las investigaciones del tráfico de vida silvestre por Internet a solicitud de las Fiscalías Especializadas en Materia Ambiental (FEMA).
La categorización del tráfico de ilícito de vida silvestre como crimen organizado resulta vital como respuesta del Estado, ya que le permite ampliar estrategias y técnicas de investigación tanto de los fiscales como de los jueces.
Recomendaciones e ideas clave desde Prevenir
Desde el Proyecto Prevenir consideramos fundamental avanzar en los siguientes aspectos para hacerle frente al tráfico ilícito de vida silvestre por Internet:
- Impulsar la coordinación interinstitucional para investigar y sancionar esta modalidad de comercio ilícito, dado que la normativa legal aún está en proceso de desarrollo.
- Incluir los delitos contra la vida silvestre en la Ley contra el Crimen Organizado.
- Realizar un diagnóstico del estado del comercio ilegal de fauna silvestre a través de Internet en el Perú, con miras a plantear nuevas estrategias para combatir este delito.
- Implementar plataformas de denuncias.
- Fortalecer las capacidades técnicas y logísticas, donde la tecnología se utilice como aliada para prevenir, supervisar y combatir los delitos ambientales.
- Organizar un curso especializado de comercio ilegal de fauna silvestre a través de Internet en el Perú, dirigido a profesionales claves de instituciones como FEMA, EFOMA, SERFOR, OSINFOR, gobiernos regionales, SUNAT y la Procuraduría Pública Especializada en Materia Ambiental.
- Las instituciones que realizan ciberpatrullaje deben establecer alertas, filtrar la información, conocer el mercado y desarrollar software. La investigación financiera es igualmente clave.
- Aumentar la difusión y sensibilización sobre esta problemática y sus impactos para lograr una sociedad informada, activa y aliada en el proceso de la lucha contra el tráfico ilícito de vida silvestre.