A diferencia de la deforestación en general, la tala selectiva, es decir de especies determinadas de árboles, es más difícil de monitorear satelitalmente, por la alta resolución que se requiere para identificar los cambios en la cobertura del bosque. Este es el caso particular de la Comunidad Nativa Fátima, Ucayali, donde, gracias al uso de la tecnología, se pudo identificar la tala de al menos 300 árboles en la zona.

Lamentablemente, esta no es una actividad aislada, sino que acarrea operaciones asociadas, como la adecuación de caminos forestales, la instalación de campamentos y la preparación de zonas de acopio destinadas al transporte fluvial en el río Ucayali. Este caso es particularmente complejo, dado que, a pesar de que la Comunidad Fátima contaba con permiso forestal, el aprovechamiento de árboles en la zona se dio entre dos y seis meses antes de contar con dicho permiso.

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