Oscar Vilca y el arte de conservar
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Oscar Vilca y el arte de conservar

28 Oct, 2021 | Por: Proyecto Prevenir

Oscar Vilca nos cuenta qué es ser un ilustrador de vida silvestre y por qué este arte se ha convertido en un camino para proteger la naturaleza.

“Una fotografía representa un momento exacto en la vida de un animal o insecto. Si ese día hubo mucha luz, o llovió, la fotografía va a recoger a ese animal con el cuerpo sucio, o los colores no van a ser los reales. La tarea de los ilustradores naturalistas es reproducir fielmente a toda la especie, no a un animal en particular”, asegura el ilustrador naturalista Oscar Vilca.

En los últimos años, con la degradación acelerada del ambiente incluidas amenazas directas a la vida silvestre, como el tráfico ilegal, el trabajo de personajes como Oscar se ha vuelto fundamental, ya que el registrar las características y particularidades de las especies en peligro es una tarea clave para identificarlas con precisión y, consecuentemente, tomar acciones que eviten su extinción.

Las pinturas de un otorongo y una mantis en gran formato custodian la mesa de dibujo de Vilca en su taller en Magdalena, donde la pandemia lo empujó a transformar un espacio de su casa, pues el trabajo no se ha detenido en este tiempo. Lo acompaña Silvestre, su gato, que se pasea entre la colección de 500 lápices de colores, acuarelas y papel de distinto gramaje.

A pesar del tamaño de los cuadros que cuelgan de las paredes, es en los detalles del dibujo donde Oscar luce su habilidad: colores precisos, transparencias, texturas en alas, plumajes y ojos son una constante.

“Dibujar una especie es un proceso largo y que requiere paciencia. Reviso libros, busco imágenes y referencias. Todo pasa por la investigación y por comprender que uno no sabe y que necesita ayuda y asesoría. Yo no soy un científico y no pretendo serlo. Por eso, trabajo con biólogos y entomólogos que validan mi trabajo”, asegura Oscar, quien se ha convertido en uno de los ilustradores naturalistas más reconocidos del Perú.

Tanto así que, por encargo del Proyecto Prevenir de USAID, Oscar tendrá a su cargo las ilustraciones del “Libro Rojo de la fauna silvestre amenazada del Perú”, un esfuerzo editorial liderado por SERFOR, que brindará información crucial sobre el estado de conservación y amenazas de las especies en peligro del país.

Esta publicación es una herramienta indispensable para la ciencia y conservación de la fauna silvestre, que se actualiza periódicamente con el fin ayudar a que se tomen acciones para proteger estos recursos naturales y hacer frente a delitos como el tráfico ilegal de fauna silvestre.

“Como ilustrador naturalista ser parte de este equipo es un honor y una responsabilidad. Un sueño cumplido”, asegura Oscar, quien ya prepara el viaje para ilustrar la portada del libro.

“Viajo para pintar y pinto para conservar”, dice cuando le pedimos que defina su trabajo.

Mientras tanto, alimenta el proyecto de lo que llama “su obra maestra”, un libro sobre los colibríes del Perú, y continúa con la tarea de entrenar el ojo y la mano de nuevos ilustradores.

Aunque, su participación en la elaboración del Libro Rojo es la mejor muestra de la importancia de su obra.

Mira la historia de Oscar aquí.

Soy Óscar Vilca, ilustrador naturalista que viaja para pintar y pinta para conservar. De niño, vivía un par de cuadros del Museo del Historia Natural. Era para mí un lugar recurrente.

A veces hasta me iba solo, me iba caminando, entraba, veía, jugaba en el museo y me regresaba a mi casa. Como quien se va al parque a jugar, para mí el museo era algo cotidiano. Yo era un hombre de ciudad, que subía a la Sierra de Lima y le daba soroche y viajar de verdad no era algo que necesitara.

Pero dentro de la Facultad de Arte de la Católica, conocí gente viajera y yo me apuntaba con ellos. Cuando terminé la universidad, voy a estudiar a Bellas Artes. Mi tema de trabajo era la ciudad.

Yo pintaba los techos, las azoteas, los micros. Pintaba con espátulas. Los cuadros eran grandes.

No tiene nada que ver con lo que hago ahora. Hasta que tuve una invitación, los amigos de Inkaterra me preguntaron si podía hacer un dibujo de una mariposa. Para unas guías que ellos iban a hacer, tuve que ir al Museo de Historia Natural a ver algunas especies. Y luego esas mariposas, me piden que dibuje aves. Jamás en mi vida había dibujado aves. Me envían a Tampopata.

Y recuerdo ese día, estoy ahí, en la canoa, con unos binoculares prestados, con una cámara que no servía mucho, pero mi tablero, mis colores, y buscando aves. Y descubro ahí que ese era el trabajo que todo mi vida había buscado. Fue una revelación.

La científica trata de representar las especies tal tal como son. Sirven para identificarlas, ¿no? Nosotros, dibujamos a la especie, tenemos que representar a toda la especie en general. Cuando trazas una foto, la foto, de acuerdo al momento que fue tomada, puede cambiar mucho el color de la especie.

Y la idea es que nosotros representemos toda la especie y en el dibujo naturalista, en el dibujo científico, no hay posibilidad de error. Yo creo que la diferencia de nosotros, los que nos dedicamos a la investigación naturalista, es que no solamente trabajamos con fotos. Tenemos que ir al campo, tenemos que ir a ver las especies, tenemos que ir a retratar el lugar donde vive, para luego venir al taller y dibujar.

Siempre para ir al campo es importantísimo ir con binoculares. Viajar siempre con las cámaras, ¿no? Una compacta, que no necesita ponerle lente, que es solo disparar y con el lente más… con el telezoom, ¿no? Y empiezo a trabajar, ¿no? Pongo el acto, pongo todas las imágenes capturadas, no puedo trabajar con una foto. Tienen que ser muchas imágenes, la información que me da el investigador, la información que yo encuentro, para lograr hacerles la especie que me han pedido.

Porque existen sus especies, y a veces por el color del plumaje, por ciertos detalles muy pequeños, uno puede cometer un error y hacer el trabajo mal, ¿no? El trabajo me exige a mí que tenga materiales de todo tipo. Algunos dibujos los hago con acuarela. Colores, tengo quinientos colores, creo. Trabajo con la supervisión de un especialista, ¿no? Ahora, hay que tener mucha paciencia. Son horas, horas de trabajo en las que estás sentado, cerrando, buscando información, viendo libros. Entonces, eso tienes que tener mucha humildad y siempre tener claro que uno no sabe, ¿no? Que siempre estamos aprendiendo.

Siempre me preguntan, Oscar, ¿y cuál es tu mejor obra? Hasta ahora no he hecho mi mejor obra. Quiero hacer un libro con los colibríes del Perú. Un libro solo de colibríes, pero no un libro que sea científico, sino un libro que sí va a tener información científica, pero que sea un libro para todos.

Que las personas, que los chicos puedan ver y puedan disfrutar del libro, de las imágenes, ¿no? Ese libro va a ser mi obra máxima, ¿no? Lo que hacemos nosotros es para eso, ¿no? Poner a la luz las especies que encuentran en peligro, ¿no? Ese es el trabajo que tenemos los ilustradores naturalistas, más con los conservacionistas, con científicos. Ser parte del equipo que trabaja en el libro rojo de fauna silvestre del Perú es un gran honor y una gran responsabilidad, ya que el uso de este permitirá saber el estado de amenaza en que se encuentran las especies y así trazar los planes que permitan su conservación. Como ilustrador naturalista, ser parte de este importante proyecto es un sueño cumplido.

Conoce algunas de las obras de Oscar en esta fotogalería

Oscar Vilca Proyecto Prevenir USAID
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