En este episodio de Verde en Valor vamos a hablar de los delitos ambientales que se cometen en la Amazonía, desde una perspectiva de género, buscando analizar los retos, oportunidades y roles – principalmente – de las mujeres.
Hola a todos y bienvenidos de nuevo a este episodio de Verde en Valor. El capítulo pasado les contábamos que no queríamos quedarnos hablando solo de los problemas y cómo se desarrollan los delitos en la Amazonía, sino hablar también de soluciones o elementos de esperanza que nos hacen pensar que las cosas pueden ser distintas. En esa misma línea, en el episodio de hoy queremos conocer más sobre cuál es el rol de la mujer en los espacios de la Amazonía donde se producen los delitos ambientales que les comentábamos y cómo una mirada hacia las dinámicas de género podría implicar un cambio significativo y positivo al respecto.
Puedes escuchar aquí el sexto episodio de #VerdeEnValor o continuar leyendo.
Primero, hablemos específicamente de las mujeres mineras en Madre de Dios. Como les contamos en el episodio sobre minería ilegal, Madre de Dios es el epicentro de la minería ilegal aurífera. Aquí, cerca del 90% de la minería es ilegal o informal y ya se han perdido más de 150,000 mil hectáreas de bosque. Como pueden imaginarse, la minería es una actividad tradicionalmente masculina y, de hecho, la presencia de mujeres suele estar relegada o a labores domésticas como la cocina en los campamentos, o, en muchos casos, lamentablemente, a la prostitución.
De hecho, el panorama general es sumamente preocupante para las mujeres: Madre de Dios es una de las 7 regiones con porcentajes más altos de violencia física hacia la mujer y ocupa el primer lugar en denuncias por violación sexual. La tasa de embarazos adolescentes es muy alta, llegando a un 16.9% de los embarazos totales.
En medio de este escenario desolador, pasa algo muy particular: de las pocas operaciones mineras formalizadas, un 30% tienen como titular a una mujer. Cristina Miranda, directora de inclusión social y relaciones indígenas del Proyecto Prevenir de USAID, nos cuenta un poco más de esta situación.
Sin duda, el comercio ilegal del oro y una economía ilícita en crecimiento pasan una gran factura socioambiental. Sin embargo, también existen mujeres que paulatinamente están liderando una minería responsable y formal en Madre de Dios, desarrollando buenas prácticas y buscando cambiarle el rostro a esta actividad. Ellas están mostrando liderazgo basado en las ventajas de la asociatividad y están motivadas por ser ejemplo, especialmente para sus hijas, convirtiéndose en agentes de cambio hacia una nueva MAPE responsable en Madre de Dios, ya que hasta ahora solo se ha visto a las mujeres como víctimas de la minería informal e ilegal, una realidad que definitivamente necesitamos cambiar.
Estas mujeres trabajando desde el lado formal de la minería, no solo son titulares de las operaciones, sino que asumen además roles importantes en la actividad, como la logística y la dirección técnica de operaciones y del uso de maquinarias. Más aún, estudios recientes han identificado un mayor compromiso de las mujeres con mejores prácticas ambientales en la actividad, como, por ejemplo, programas piloto de reforestación. Pero hay mucho que falta por saber aún. Recién ahora estamos mirando esta actividad desde un enfoque de género y reconociendo la participación real de las mujeres en todas las fases de la minería, así como también aprovechando su presencia para crear nuevas oportunidades y potenciar su participación en una actividad tradicionalmente percibida como de hombres. Es una oportunidad para construir una estrategia que genere nuevas dinámicas en torno a una minería aluvial formal, social y ambientalmente responsable.
El rol de las mujeres en el tráfico ilegal de vida silvestre es muy poco visto y analizado. Aún son muy escasos los estudios sobre este tema en América Latina y en nuestro país, a diferencia de otros países del mundo, como África, en donde una reciente investigación identificó más de 30 roles en la cadena de este comercio ilícito. Poco a poco estamos avanzando en reducir esta brecha de investigación en nuestro país. Estudios iniciales nos han permitido identificar que las mujeres e incluso niños y niñas se involucran con la venta ilegal de especies, principalmente en Loreto, ya que aparentemente se trata de una actividad o negocio familiar. También existe presencia de mujeres en la parte del transporte, a pesar de que esta es una actividad normalmente masculina. Está claro que es imprescindible profundizar en el papel de la mujer en cada paso de la cadena de extracción y venta de fauna, desenmarañando estos roles podríamos conocer mejor el contexto cultural y social de una actividad tan naturalizada en nuestra Amazonía pero que exige a todas luces tomar acción directa por múltiples razones, entre ellas el inminente riesgo de enfermedades zoonóticas, ya anunciado en recientes estudios ambientales globales.
Como les contábamos en el episodio sobre tráfico ilícito de vida silvestre, las enfermedades zoonóticas son las que se transmiten de un huésped animal a uno humano, como se sabe es el caso de la Covid19. Estos virus pueden convertirse en epidemias o pandemias y por eso es trascendental que pongamos énfasis en combatir el problema de tráfico ilícito de especies.
Les hemos contado acerca de dos ámbitos en los que las mujeres podrían jugar un papel importante en el cambio de paradigmas en torno a actividades ilegales. Pero ahora, les queremos contar sobre la participación que ya están teniendo las mujeres en cuanto a la vigilancia y prevención de delitos ambientales. El proyecto Prevenir de USAID hizo un diagnóstico con enfoque de género acerca del uso de tecnologías y descubrió que, en Ucayali, Loreto y Madre de Dios, las mujeres indígenas muestran gran predisposición para aprender y hacer uso de tecnologías en la vigilancia de sus territorios, porque están interesadas en asegurar la disponibilidad de los recursos naturales para el bienestar de sus hijos y de las futuras generaciones. Este diagnóstico también reveló que las mujeres quieren participar en estas actividades de control territorial siempre que no se alteren los roles de género, y es justamente por eso que es importante implementar acciones afirmativas que impulsen su participación.
El tema es complejo, pero en definitiva se ven oportunidades de mejora si analizamos lo que está ocurriendo en la Amazonía con un enfoque de género que permita entender las dinámicas y roles que involucran a la mujer y, en general, a grupos vulnerables. Le preguntamos a Cristina Miranda cuál es la importancia de visibilizar la importancia de estos roles.
La mayor parte de la biodiversidad del Perú se encuentra en las áreas rurales de la selva y la sierra, donde la pobreza se estima en 43 y 53% respectivamente, según el Instituto Nacional de Estadística. En medio de esta riqueza de recursos naturales y problemas socioeconómicos, incluir el enfoque de género no solo es una cuestión de derechos humanos sino también es una garantía de participación ciudadana efectiva. Es indiscutible que las inequidades de género impactan también en la conservación de la biodiversidad y están relacionadas con los delitos ambientales.
Es crucial en la ruta de construir un Perú sostenible analizar desde la dimensión social y cultural las economías ilícitas que superviven en las regiones más biodiversas de nuestra amazonía, tan valorada a nivel global. Tengamos presente que las relaciones de género impactan en el uso de nuestros recursos naturales y sin duda sin las mujeres son una parte significativa del problema, son también una parte significativa de la solución.
Como dice Cristina, es muy importante que miremos las relaciones de género para encontrar nuevas soluciones al problema de los delitos ambientales que se cometen en la Amazonía.
Como siempre, muchas gracias por escuchar. Acompáñanos en los siguientes episodios de Verde en Valor para seguir explorando la Amazonía desde un lugar más respetuoso y consciente.
Este podcast es posible gracias al apoyo del pueblo estadounidense a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Su contenido es responsabilidad exclusiva de los autores y no refleja necesariamente los puntos de vista de USAID o del gobierno de los EE. UU.