Conectividad ecológica para fortalecer estrategias de gestión territorial en Madre de Dios
Foto: USAID Perú
Impacto

Conectividad ecológica para fortalecer estrategias de gestión territorial en Madre de Dios

12 Abr, 2023 | Por: Proyecto Prevenir

La biodiversidad de la Amazonía y la provisión de sus beneficios para todos implica garantizar la conectividad del paisaje. Por eso, científicos, mineros, agricultores y miembros de tres comunidades Harakbut participaron en un estudio de conectividad ecológica impulsado por el Proyecto Prevenir de USAID en Madre de Dios y ejecutado con la ayuda de la Fundación para la Conservación y Desarrollo Sostenible (FCDS).

¿Puede la minería convivir con la conservación de la naturaleza? Para Julissa Barrios, no son mutuamente excluyentes. Esta bióloga e hija de mineros considera que actividades extractivas como la explotación del oro en la Amazonía peruana pueden minimizar sus impactos, ser sostenibles e incluso contribuir con otros sectores como el turismo, la agricultura y la investigación científica.

Los estudios de conectividad sustentan y prueban la vida en la tierra. Soy Julissa Barrios y participé en un estudio de conectividad para la conservación de paisajes diversos, implementado con el apoyo de USAID en Madre de Dios.
Científicos, mineros, agricultores y 3 comunidades Harakbut trabajamos juntos para conocer más sobre las especies locales y cómo conservarlas.
Con 64 cámaras de fototrampeo y otras técnicas de rastreo, obtuvimos cerca de 1000 registros de 150 especies, el estudio fue realizado en áreas de conservación que colindan con zonas fuertemente impactadas.
Ha generado evidencia científica de la biodiversidad Amazónica y en el futuro nos ayudará a fortalecer estrategias de gestión territorial.
Por experiencia propia, estoy convencida que el conocimiento científico cambia la forma de pensar del humano. Yo soy bióloga e hija de mineros, gracias a mis estudios y experiencia laboral he decidido dedicarme a actividades ligadas a la conservación de la biodiversidad y el ecoturismo. Ver conectividad nos da esperanza y motivación de poder recuperar y restaurar los bosques. Cuidando la conectividad reconectamos los puentes entre la biodiversidad y la humanidad.

“Gracias a mis estudios y experiencia laboral he decidido dedicarme a actividades ligadas a la conservación de la biodiversidad y el ecoturismo”, explica Julissa, cuya familia es propietaria de la Concesión Minera Cinco Rebeldes, la cual se encuentra ubicada en Madre de Dios. Este es el departamento peruano con la mayor cantidad de operaciones de la minería artesanal y de pequeña escala dedicadas a la extracción de oro.

Hace más de veinte años, los padres de Julissa decidieron emprender en minería como una alternativa económica. Ellos adquirieron la concesión “Cinco Rebeldes”, con una extensión de unas 200 hectáreas, está ubicada en el extremo oeste del corredor minero al límite a la zona de amortiguamiento de la Reserva Comunal de Amarakaeri de Madre de Dios. Aunque en esa área, la minería es la principal fuente de ingresos, la tierra también les da otros frutos gracias al fundo agrícola familiar “Micaela”. Sus cultivos de cacao, copoazu, plátanos, yuca, uncucha, maíz, camu camu, acai entre muchos otros, les permiten generar ingresos adicionales durante las épocas de lluvia, cuando no se puede extraer oro.

En los últimos años, la familia de Julissa contribuye a la generación de conocimiento sobre la biodiversidad local gracias a la labor de la estación de investigación “Siente Bamberbe”. Ahí se han llevado desarrollado diversos estudios tales como inventarios biológicos y proyectos de reforestación y restauración de áreas degradas por la minería.

En esa línea, la concesión ha sido uno de los puntos claves para recabar información sobre el estado de la flora y fauna del lugar, como parte del estudio de conectividad ecológica entre tres áreas naturales protegidas en Madre de Dios.

Este lugar fue el punto de los ocho lugares evaluados que presentó la mayor diversidad de especies de fauna.

Selva amenazada

Madre de Dios es una de las regiones con mayor biodiversidad del mundo, pero también una de las más afectadas en la Amazonía peruana por actividades como la minería de oro —tanto informal como ilegal— la expansión de la agricultura, y la construcción de carreteras y caminos sin la planificación adecuada.

Estas actividades van acabando progresivamente con la salud de los bosques. Por ejemplo, disminuyen progresivamente importantes funciones, como proveer de alimento y refugio a animales, hasta llegar a la deforestación, que implica la pérdida total de bosques.

Por eso, el citado estudio buscó evaluar la conectividad ecológica; es decir, el grado en el que los bosques están conectados entre sí, si aún se mantienen en buen estado, funciones ecológicas y si permiten que las especies de animales puedan movilizarse libremente.

Para averiguarlo, se analizó la conectividad ecológica entre la Reserva Comunal Amarakaeri (RCA), la Reserva Nacional Tambopata (RNT) y el Parque Nacional Bahuaja Sonene (PNBS), ubicadas alrededor del corredor minero. El objetivo final era proponer recomendaciones puntuales para asegurar la conservación de este paisaje.

Las técnicas de investigación utilizadas incluyeron el análisis de imágenes satelitales para determinar los cambios en el paisaje, así como el monitoreo de biodiversidad (fauna y flora) en el campo. Se empleó tecnologías como las cámaras trampa, equipos que se instalan en puntos estratégicos de los bosques y que, mediante sensores se activan de forma automática, fotografían o graban a los animales silvestres en su ámbito natural.

La investigación abarcó un área de 3,700,000 hectáreas e implicó un trabajo conjunto entre científicos, mineros, agricultores y pobladores de tres comunidades Harakbut. Para aprender más sobre las especies locales y cómo conservarlas, utilizaron alrededor de 60 cámaras trampa y otras técnicas de muestreo y de recolección de información.

“Obtuvimos cerca de 1000 registros de 150 especies. El estudio fue realizado en áreas de conservación que colindan con zonas fuertemente impactadas. Ha generado evidencia científica de la biodiversidad amazónica y en el futuro nos ayudará a fortalecer estrategias de gestión territorial”, explica Julissa.

Durante el monitoreo biológico se registró un total de 185 animales silvestres, incluidas especies paraguas como el jaguar (Panthera onca) y 13 especies amenazadas, como la nutria gigante de río (Pteronura brasiliensis) y el armadillo gigante (Priodontes maximus), entre otras.

Esta información permitirá gestionar el territorio de forma que se desarrollen actividades económicas salvaguardando la integridad de las áreas naturales protegidas y las poblaciones de especies. Además, la información científica generada guiará la implementación de esfuerzos de reforestación y restauración para producir impactos positivos en el paisaje.

«Ver conectividad nos da esperanza y motivación para recuperar y restaurar nuestros bosques. Cuidando la conectividad, reconectamos los puentes entre la biodiversidad y la humanidad», concluye Julissa.